Los niños, a diferencia de los adultos, expresan sus sentimientos y preocupaciones de forma diferente.
Por eso, a través del juego y dentro de un clima cálido, comprensivo y tolerante podremos empezar a comprender y ayudar al menor a solucionar su problema.
La comunicación continua con los padres será siempre necesaria a la hora, tanto de evaluar lo que puede estar necesitando el pequeño, como para evaluar si los cambios que deseamos se están dando en la dirección adecuada. En la psicoterapia infantil la implicación de los padres es necesaria para que el proceso sea exitoso.
Se busca que los padres entiendan los cambios y resultados que vayamos logrando con el tratamiento.